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Título
Estado de Hidalgo: Historia de su Creación
Subtítulo
Historia de su Creación
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Se trata, en este libro, de demostrar que la creación del estado de Hidalgo y su separación del de México tuvo por causas el que la región norteño-minera-pulquera-huasteca del Estado de México antiguo se estructurara y consolidara como región económica, política y social bien definida, en consonancia con el proceso de regionalización del país, durante sus primeros años de vida independiente; la expoliación de sus riquezas, vía impuestos, por parte de la fracción gobernante de Toluca: la excesiva centralización económica, política y administrativa por parte de los tolucenses sobre todo el Estado de México antiguo; el abandono político, económico, administrativo, militar y judicial en que se mantuvo a la región durante la mayoría de tiempo de existencia del Estado de México inicial; la negativa de los sectores más conservadores del Estado pero en especial los de Toluca a hacer una reconstrucción de fondo una verdadera regeneración, decía el Partido Progresista del Estado en la última oportunidad que tuvo de mantener su integridad, en el Constituyente de 1861; la enorme extensión territorial del Estado cuando los medios de comunicación y transporte se reducían a los de berradura; la falta de caminos y vías de comunicación entre Toluca y las demás regiones y de éstas entre sí; la excentricidad de Toluca como capital estatal; la pérdida de la ciudad de México como capital del Estado y como centro unificador; la formación de la Nación y el Estado mexicanos modernos; el advenimiento del modo de producción capitalista-de libre competencia, como dominante o en proceso de dominación en el país, aunque en unas regiones más que en otras o en algunos sectores más que en otros; la irrupción en la palestra social de la región de nuevas clases y sectores de clase especialmente la burguesía minera y comercial, los terratenientes liberales y la pequeña burguesía; la adopción por parte de México del modelo mine ro exportador como la piedra angular de su desarrollo; la existencia en la región-a manera de columna vertebral geográficamente hablando-de ricos yacimientos argentíferos capaces de aglutinar en torno suyo a toda la región; y, como causa esencial, el arribo previo y consciente por parte de las clases y sectores de clase fundamentales de la región a un proyecto de Estado federal: el Estado de Hidalgo. Procesos o fenómenos unos estructurales y otros más bien de coyuntura; unos de gran significado y otros de un peso relativa mente menor; unos que permearon y determinaron todo el proceso y otros, aunque secundarios, dieron sentido y forma a los primeros; y, en fin, algunos estrecbamente encadenados entre sí a diferencia de otros que se dieron el lujo de aparecer con cierta independencia y basta con dinámica propia. Procesos y fenómenos que, eso sí, se pre sentaron puntual, compleja y dialécticamente a la cita para dar ori gen al Estado de Hidalgo. Si alguno de ellos hubiera saltado, simple y sencillamente otra historia estuviéramos contando. Así, de todos aquellos procesos que a nuestro modo de ver son las causas del fenómeno que nos ocupa, existe uno que no sólo fue estructural, de largo plazo y de gran peso, sino que al mismo tiempo permeó y determino su evolución y de las demás inclusive. Se trata, pues, del proceso de formación del Estado y Nación mexicanos modernos. Fenómeno bajo cuya influencia se inició y consolidó el proceso de regionalización del país que a su vez gestó -a finales del Estado Patrimonial protegió-durante el Estado Incipiente y consagró -a principios del Estado Liberal Oligárquicom a la porción norteño-minera pulquera-huasteca del Estado de México antiguo, primero como región y después como Estado federal. Se trata, asimismo, de demostrar que los proyectos de Provincia de Huasteca- de 1823. -Estado de Iturbide de 1856-1857 y en cierto modo los intentos de Querétaro por anexarse las localidades de Pacula, filiapan, el Cazadero y Aculco en 1856-1857, además de ser antecedentes del Estado de Hidalgo fueron derrotas fecundas de las cuales los separatistas. hidalguenses supieron obtener las enseñanzas precisas. Que en esas derrotas fincaron su victoria. Se trata, además, de demostrar que la creación del estado de Hidalgo fue producto tanto de la lucha de clases, como de los intereses precisos y concretos de un conjunto de clases y sectores de clase de la región: la burguesía minera y comercial, los terratenientes liberales, la pequeña burguesía o clases medias y el proletariado; que dicho fenómeno tuvo su origen en lo más profundo de la región y no fue nada ni nadie externo quien lo generó; que dichas clases y sectores de clase no jugaron-si bien todos eran parte de las fuerzas motrices- el mismo papel y algunas actuaron como fuerzas dirigentes, otras como fuerzas principales y otras más como fuerzas a ganar o neutralizar; que el proceso de creación del Estado de Hidalgo atravesó por seis períodos o fases, a saber: la de gestación, la de los primeros intentos, la de la primera prueba de que podían ser, la de la prueba de fuego, la de resistencia a la reunificación y la de la ofensiva final; que los -separatistas. hidalguenses tuvieron que elaborar y cursar por tres estrategias distintas para obtener el triunfo: la del primer ensayo, la de la prueba de que podían ser y la de la ofensiva final; que los decretos de 7 de junio, 5 de julio y 11 de septiembre de 1862 no perseguían dividir al Estado de México antiguo y crear nuevos estados, si bien los separatistas- hidalguenses supieron aprovecharlos a su favor; que dichos decretos fueron una decisión militar necesaria ante la coyuntura de guerra civil e intervención francesa como se pudo demostrar inmediatamente después, que el estado de Hidalgo no fue producto de una decisión arbitraria v artificial del Presidente Benito Juárez y que por el contrario fue una creación de los diversos poderes regionales representados en el Congreso de la Unión; que la mayoría del Congreso de la Unión te nía razón cuando, en un momento dado, dio el trámite de-acuerdo económico-a aquello que todavía no podia ser-Lera que la explicación de por qué Olumba, Teotibuacan, Santa Cruz, Tecamac, Axapusco, Nopaltepec y Temascalapa finalmente no pasaren a formar parte del estado de Hidalgo es tanto porque eran una zona de transición entre la región Hidalgo y la región Valle de México como porque el Congreso de la Unión, se opuso dado que podía ser creado el Estado del Valle del cual formarían parte que la no separación de Jilotepec se debió a que sus principales sectores nunca quisieron segregarse de Toluca, a que la mayoría del distrito, geográficamente hablando, forma parte más del Valle de Toluca que del Valle del Mezquital, a que lo fundamental del comercio de Jilotepec era con Toluca y la ciudad de México y casi nulo con el Valle del Mezquital y Pachuca y a que existía una rivalidad histórica de Jilotepec con Tula y Huichapan; que los ayuntamientos de la región Hidalgo jugaron un papel fundamental en la creación del nuevo Estado por lo cual conquistaron en éste su permanencia como el cuarto poder, y que en la lucha política por el poder y por la capital del nuevo Estado se impuso el grupo -taglista, encabezado por Antonino Tagle derrotando a los grupos -sofista de Manuel Fernando Soto y al grupo fernandista de Justino Fernández. Se pretende, inclusive, demostrar que el pensamiento político, la ideología de la separación fue el liberalismo; doctrina económico-política ésta que, procede aclararlo, no era ya estrictamente la de corte europeo y/o trasplantada acrílicamente a la región, sino un liberalismo que al entrar en contacto con la realidad mexicana y latinoamericana no sólo cobró originalidad sino sobre todo se transformó en guía de acción revolucionaria para todos aquellos que, como los prohidalguenses, querían superar las viejas estructuras que no les permitían ser. En ese sentido, planteamientos como concebir la creación de Hidalgo como un acto de emancipación; proponerlo como un paso necesario para romper ataduras semifeudales; planearlo como indispensable para poder vincularse al mercado inter nacional, para lograr la libertad de comercio o formar el mercado interno y nacional; formulario para conquistar la justicia, la educación, la democracia, el bienestar, el progreso y la felicidad para los habitantes de la región eran, evidentemente, muestras de ese liberalismo jacobino, puro: o radical el que estaba como fundamental del proyecto estado de Hidalgo. Se trata, también, de demostrar que la creación del estado de Hidalgo-y de Morelos- tuvo un alto significado histórico y geopolítico para el país y para cada uno de los nuevos estados. Para el estado de Hidalgo significó su reconocimiento jurídico como unidad económica, política, cultural y social, su delimitación territorial claramente diferenciada de las demás, el abandono de su papel como vasallo de Toluca, etc. Para el Estado de México sería casi la vuelta a sus fronteras natura les-faltaría la creación del Estado del Valle y el aviso de que debía dejar de vivir de sus rentas y reactivar sus fuerzas productivas internas. Y para la Nación y Estado mexicanos significaría la conclusión, en lo fundamental del proceso de formación de sus fronteras internas, la formación de los estados federados modernos y contemporáneos y un paso más en su proceso de consolidación como Nación. Se trata, en fin, de demostrar que en especial las aseveraciones del llamado punto de vista del Estado de México en el sentido de que les robaron territorio, que los decretos de 7 de junio de 1862 son el antecedente más remoto de la erección del estado de Hidalgo, que el estado de Hidalgo fue producto de una decisión personal y arbitraria del Presidente Benito Juárez, que se violó la Constitución, etc., son aseveraciones carentes de fundamento, bastante alejadas de la realidad y que no resisten la prueba de la demostración y la confrontación cien tífica. Evidentemente, para demostrar todo lo anterior de una manera fehaciente, científica y objetiva, se precisó un método histórico confiable y científico y un conjunto de fuentes documentales primarias y secundarias significativamente completas, diversificadas, supervisables y controlables. Tal método fue el materialismo histórico. Ello es así porque es el único método histórico científico que cubrió, por así decirlo, nuestras necesidades y expectativas. Por ejemplo, el materialismo histórico exige que el análisis de los fenómenos se haga en forma global y de conjunto y nosotros justamente precisamos abordar nuestro tema desde todos los aspectos: económico, político, social, demo gráfico, geográfico, etc. El materialismo histórico plantea que la historia la hacen las masas y no sólo los dirigentes, y nosotros precisamente demostramos que el estado de Hidalgo fue producto del activar consciente de un conjunto de clases y sectores de clase de la región. El materialismo histórico propone diferenciar las causas estructurales de las de coyuntura, las fundamentales de las secundarias, y resulta que nosotros demostramos que para la creación del estado de Hidalgo bubo algunas causas más determinantes que otras. El materialismo histórico exige que todas las aseveraciones sean controlables y demostrables-señalar la prueba y la fuente, y eso es lo que tratamos de hacer al mismo tiempo que exigimos se haga. Y, en fin, el materialismo histórico propone la utilización de métodos más particulares de otras ciencias y justamente eso es lo que nosotros hicimos cuando utilizamos el comparativo-critico, el deductivo, el estadístico, etc. Se trata, en la práctica, de demostrar que el materialismo histórico también es capaz de abordar con éxito y creatividad aquello que se ha dado en llamar-historia regional. Las fuentes histórico-documentales en que se sustenta esta investigación son, en su inmensa mayoría, una selección de interesantes, numerosos, desconocidos y aún inéditos documentos primarios que incluso por sí solos ya dan una visión bastante completa de las causas económicas, políticas, sociales, demográficas, geográficas, culturales, educativas, militares y hasta costumbristas que provocaron, determinaron y permearon el fenómeno que nos ocupa. Documentos tales como las cartas de los pueblos del norte del Estado de México antiguo pidiendo la creación del estado de Hidalgo, los documentos que revelan los intentos separatistas de tal región desde 50 arios antes, los que dan cuenta de los esfuerzos del Partido Progresista por mantener democráticamente unido al Estado de México antiguo, los que explican militarmente la división del Estado de México en distritos militares, los que muestran la totalidad de los debates legislativos en el Congreso de la Unión y la Legislatura local, los que hacen posible analizar la evolución económica y demográfica de las distintas regiones del Estado de México antiguo durante medio siglo antes, los que dan visión de cómo los poderes regionales de todo el país aprobaron la creación del nuevo estado, éstos, por sólo mencionar algunos. Testimonios escritos que explican las causas sobre todo estructurales, fundamentales y de largo plazo del fenómeno. Fuentes documentales que rebasan con mucho las tradicionalmente empleadas para el caso basta hoy. Ahora bien, esta investigación, en función de todo lo anterior, ha sido dividida en cinco capítulos. El primero aborda las causas, fenómenos y procesos que hicieron posible la creación del esta do de Hidalgo. El segundo trata sobre los antecedentes, ensayos y derrotas previas pero fecundas del estado de Hidalgo: el proyecto de -Provincia de Huasteca, el proyecto de Estado de Iturbide, etc. El tercero sobre los aspectos más destacados --y conflictivos de la creación del estado de Hidalgo propiamente dicho: las clases, los sectores de clase y los hombres de la separación, los períodos o fases que bubo que cursar, la cuestión táctico estratégica, los decretos de 7 de junio, 5 de julio y 11 de septiembre de 1862, etc. El cuarto sobre la ideología -en este caso un liberalismo jacobino o puro- en que se sustentó el proyecto del nuevo estado federativo. Y el quinto que se refiere al significado histórico y geopolítico del fenómeno tanto para los estados de Hidalgo y México como para el país. Los apartados del capítulo uno denominados -Reconstrucción como regiones económicas, -Expoliación de riquezas y recursos por Toluca. y -Excesiva centralización político-administrativa tolucense acaso parezcan complicados para más de un lector no precisamente amigo de las cifras y las estadísticas. Pero justamente en estos incisos, estimado colega, es donde se demuestra a detalle dos de los aspectos medulares que propiciaron la separación hidalguense del Estado de México antiguo: el cómo la zona norteño minero-pulquera-huasteca fue madurando basta estar en condiciones de exigir su lugar en la federación y el cómo Toluca expoliaba las riquezas y recursos de las regiones separatistas quienes no encontraron otro remedio a esto que su segregación. Por lo mismo, creemos que son de los apartados que se deben leer y analizar con más atención. Por supuesto que, si tal o cual idea de las aquí expresadas, la metodología empleada o el tipo de fuentes documentales utiliza das, logran provocar en el lector el interés, la polémica, la crítica y lo que es mucho más alentador, la profundización del tema, esta investigación habrá cumplido plenamente con su cometido. Necesario, es decir, finalmente, que este libro sólo su posible por la colaboración entusiasta y especializada de muchas personas. De ellas mención particular merecen los archivistas y bibliotecarios de más de medio centenar de esas instituciones en el país especialmente por ayudar a localizar información que nadie supo nía que existiere; los maestros Jaime Collazo Odriozola, René García Castro y Francisco Lizcano Fernández de la licenciatura en historia de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México por discutir fraternalmente con el autor las ideas de esta publicación y las autoridades del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes del Estado de Hidalgo que visionariamente fomentan y hacen posible este tipo de investigaciones tan necesarias para nuestro estado. Mención particular también merecen mi esposa Ma. del Socorro Lugo Villeda y mis hijos Violeta, América Aurora y David. Aquélla por su sagacidad para localizar la información, su espíritu crítico y fraternal para con las ideas aquí expresadas y por su eterna disposición a corregir una y otra vez. A éstos por dispensarle a su padre no les dedique todo el tiempo que necesitan. Evidentemente todos los errores, ausencias y deficiencias son responsabilidad exclusiva del autor.
ISBN
968-6806-69-5
Clasificación
HG 972.46 L83
Lugar, editorial, fecha
México : Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, 1997.
Descripción física
331 p. : il.
Autor corporativo
Fondo y serie
Instituto Hidalguense de Cultura | Instituto Hidalguense de Cultura > Origenes
Origen y procedencia
Información del ejemplar físico
¿Disponible en el Centro de Cultura Digital?
No
Número de ejemplares
50
Forma de adquisición
Préstamo
Colaboradores y organización en repositorio
Digitalización, captura y procesamiento informático
Aranda Jaimes, Diego Anuar | Hernández Romero, Damaris Lizeth | Hernández Trigueros, Eliel | López Martínez, Juan Manuel | Reyes Gutiérrez, Keivin Wedell
Institución(es) Participante(s)
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